TRATAMIENTO

Ya que la sepsis no es una enfermedad en sí, sino una serie de complicaciones no existe un único medicamento contra la sepsis. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos adecuados y líquidos intravenosos y, si se conoce, un control de la causa de la infección.

En algunos casos, el tratamiento se puede aplicar en la planta general. Sin embargo, muchos pacientes con sepsis ingresan en una unidad de cuidados intensivos (UCI) para monitorizar de cerca sus funciones vitales y vigilar los órganos afectados. En algunas ocasiones podría ser necesario aplicar ventilación mecánica.

Para poder tratar bien una sepsis es necesario identificar y tratar la fuente de la infección. Esto puede implicar, por ejemplo, intervenciones quirúrgicas para drenar un absceso o colección de líquido infectado.

La estancia hospitalaria total puede durar desde unos pocos días hasta meses. Sin embargo, esto no significa que el paciente se haya recuperado totalmente. La recuperación puede llevar semanas, meses o incluso años. Alrededor del 40 % de los supervivientes de sepsis sufren secuelas para el resto de su vida.