¿QUÉ OCURRE EN EL CUERPO?

Cuando el cuerpo entra en una sepsis es como si el sistema inmune entrase en un estado de pánico, reaccionando de una forma exagerada a una infección. Debido a esta reacción tan intensa, el cuerpo libera sustancias químicas que causan una infección generalizada que produce un fallo en la circulación de la sangre. El oxígeno y los nutrientes dejan de llegar a los órganos y estos comienzan a fallar.

Durante la sepsis se desarrollan una serie de síntomas muy graves, pudiendo verse afectados todos los órganos del cuerpo. Los síntomas principales incluyen la caída de la presión arterial, el aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, dificultades de funcionamiento en el cerebro y alteraciones en la coagulación de la sangre. Si no se trata a tiempo, los pulmones pueden llenarse de líquido y los órganos pueden comenzar a fallar, haciendo que el paciente entre en un shock séptico, la forma más grave de una sepsis.